Bueno, aquí os presento una crítica de un libro hecha por Luismi, un muy buen amigo mio. Espero que esta sea la primera de otras muchas.
Hoy inauguro esta sección para mi amigo Fran, que me permite hablar de lo que quiera sin cortapisas ni estrecheces en su wer. Y abusando de su permisividad os propongo una reflexión sincera, aunque nada profunda, sobre uno de los libros que más me ha gustado de cuantos he leido en los últimos meses. Se titula “El Planeta Americano” y su autor es Vicente Verdú.
No me entretengo en hacer una ficha técnica mediocre de algo que podeis consultar en miles de páginas en la red, y paso a construiros un perfil interesado y tremendamente parcial de la obra y de la madre (en este caso, el padre) que la parió.
“El Planeta Americano” es, ante todo, un libro muy recomendable. De esos que quedas bien si los regalas, y aún mejor si no lo regalas y te lo quedas para ti mismo. Breve, barato (unos 6 euros en todas las ediciones existentes) y que deja un buen sabor de boca. Vamos, que te quedas como si hubieses aprendido algo. Consta de unos 13 capítulos, que no se extienden más de lo que deben, en los que el autor trata aquellos aspectos fundamentales para comprender la dinámica social y cultural de las gentes que habitan ese extraño y poderoso país que es Estados Unidos. Temas ya clásicos en cualquier análisis social sobre los gringos como son la cultura del dinero, el triunfo personal, la defensa a ultranza de los derechos individuales… y otros más novedosos e interesantes como el incomprensible gusto por lo obsceno, la obsesión por la violencia y el fanatismo religioso en una sociedad en continua transformación.
El autor es uno de los denominados “intelectuales”. Ese rutilante insulto no es óbice para ver como el tío tiene un currículum impresionante (currículum del bueno, creativo e innovador, no cursillos de riesgos laborales y cosas de esas) y que es un fiera en la comprensión, síntesis y descripción de los hechos y conceptos que marcan – y enmarcan- a las personas en cada momento histórico. Pero bueno, esta columna es exclusivamente para gloria personal del menda, así que con lo dicho sobre el autor hay más que de sobra. Un saludo a todos y espero que Fran me mantenga mucho tiempo en nómina, que el Labrador está cada día mas caro…