Esta madrugada se confirmaba la muerte del cantante Michael Jackson, el único al que de verdad se le puede llamar "Rey del pop". Este Peter Pan, que tenía un rancho llamado Neverland, y sentía un cariño excepcional por los niños (al margen de esos "asuntillos"), era uno de esos personajes a los que llamamos iconos, de esos que uno piensa "ese tio es perenne". Cuando muere una persona así, uno pinesa que algo acaba, que el mundo cierra una página de us vida. Cuando te despiertas a la mañana siguiente, todo sigue igual, pero algo ha cambiado, esa persona que antes era el rey del pop, el que lo revolucionó, y del único pop que puedo escuchar sin sentir ansias asesinas, ahora es una leyenda. Una persona así nunca muera, al menos hasta que nuestra generación y dos o tres posteriores desaparezcan de la faz de la tierra. Ahí vienen mis pensamientos: cuando muera Chuck Norris, Bud Spencer, Jean Claude Van Damme y otros muchos, no son ellos los que cambian al morir, es el mundo el que cambia al pasar. Ahí va un tocho que no quería desperdiciar en mi mente.
