lunes, 27 de octubre de 2008

Extremoduro - La ley innata



Para empezar diré que no soy un entendido en música, y que lo que hoy expongo aquí es lo que me ha sugerido este disco.

Hace unas semanas adquirí el nuevo disco de Extremoduro, y que discazo. La verdad es que después años sin tocar, no esperaba nada bueno de este disco. Pero la realidad es bien diferente. Un disco para escuchar de principio a fin, o al menos, eso me parece, ya que no consigo encontrar canciones que resalten sobre otras, todas me gustan, es un compacto perfecto, en el que no hay canción sin su siguiente. La cosa es que hasta la última canción, "Coda Flamenca (Otra realidad)", está integrada en el conjunto del disco, sin ser discorde a lo demás. Es un disco que comienza lentamente con "Dulce introducción al caos", y que, dentro de esta canción, va subiendo en intensidad, hasta llegar a su final con ese solo de fondo, que resulta ideal para darle un acabado genial a la canción. Tras esto, vienen cuatro canciones que diría que son una misma dividida, ya que se suceden una tras otra, y claro, sabes que son 4 porque tienes los titulos, y lo sabes. Pero, si estás tranquilamente escuchando el disco, cada una de estas cuatro piezas pasarán como una sola por nuestros oidos, melodía tras melodía. La primera de estas es "Primer movimiento: El sueño". Aquí se sube tanto la rapidez como la fuerza del disco, continuando así con el "Segundo movimiento: Lo de fuera", y llegando a la cúspide de este subidon con "Tercer movimiento: Lo de dentro". Ya en el "Cuarto movimiento: La realidad", volvemos a esa tranquilidad que dota el disco, como dice la canción, volvemos a la realidad, terminando esta obra.

Ya en la última canción del disco, esa rareza llamada "Coda Flamenca (Otra realidad)", se nos presenta una de esas rarezas, como he dicho antes, que de vez en cuando nos traen las composiciones de Robe, pero que esta vez, al contrario de otras, me ha gustado, esa mezcla de sabores de estilos muy diferentes.

Al terminar dicha obra, queda un total muy bueno, que es perfecto para escuchar del tirón, y que, por lo menos a mi, me ha encantado desde principio a fin. Eso si, lo mismo a más de uno le hará falta escuchar más de una vez para autoconvencerse. En cuanto a las letras, buenísimas todas ellas, con frases genialmente bestias "Y es que me siento extranjero fuera de tus agujeros", y con otras grandiosas como "Miente el destino para hacer que no te vuelva a ver. Miente, si dice no me miente, si dice sí me miente y si calla también miente”, o “Para contarte que quisiera ser un perro y olisquearte. Vivir como animal que no se altera tumbado al sol lamiéndose la breva. Sin la necesidad de preguntarse si vengativos dioses nos condenarán, si por Tutatis, el cielo sobre nuestras cabezas caerá...”. Un grandioso Robe con unas grandiosas letras.

Mención queda por decir la de Iñaki "Uoho" Antón, gran guitarra, endurecida y madurada con los años.

Como conclusión, decir que con este disco Extremoduro entra de lleno en la madurez, sin entrar en lo comercial, y con la fuerza de siempre.

Un saludo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fuá, estaba ya tan convencida de que no ibas a escribir más, que no había leído nada de lo que has publicado desde lo último que escribió Luismi, jeje. I'm sorry... :p

Me alegro de que retomes ésto y.... a ver si entre tanta "crítica" vas contando algo de ti (aunque sea un poquito)... a ver si así, por lo menos, el resto de los mortales que no vivimos en Cartagena, ni estamos en Huércal en la feria.... sabemos de ti.... xD :p

Cuídate, y a ver si nos vemos pronto!!